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Historia

A lo largo de la historia todos de alguna manera hemos pensado en detener el tiempo y no envejecer. Hoy podemos detener el reloj. Con V-Humacell Vacuna Anti-Edad. Es un tratamiento rápido y eficaz. Historia

En el pasado el promedio de vida variaba entre los 45 años a un máximo de 60 años de vida. En el siglo XX las expectativas de vida fueron en aumento y el promedio de vida se situó entre los 55 años y máximo 70 años. Con V-Humacell Vacuna Anti-Edad, este nivel para el nuevo milenio sea de un promedio de 80 años hasta 100 años de vida, útil y activa lúcido al 100% y con una apariencia física menor.

La celuloterapia se introdujo a comienzos de los años 30 por el catedrático y médico Suizo. Paul Niehans realizo uno de sus tratamiento al Papa Pío XII. La Dra. Rita Levi recibe el Premio Nobel de Medicina en 1986. por sus estudios en el factor de crecimiento celular. Aunque los fundamentos de la terapia no se han modificado, se han mejorado y refinado en gran medida las técnicas de la aplicación práctica. En los últimos 60 años se han tratado con éxito a más de 1´000.000 pacientes empleando la celuloterapia. Aunque sigue siendo un misterio el porqué de su funcionamiento, lo que está claro es que funciona.

Esto se ha comprobado de manera irrefutable en más de mil estudios científicos. Así, al conseguir marcar los extractos por medio del marcaje radiactivo, los investigadores han podido ver lo que ocurre con los extractos de célula inyectados. Supongamos que se inyecta material de célula del hígado. Los diferentes componentes de la célula inyectados -tales como el citoplasma, las mitocrondias o los núcleos con el ADN- son introducidos por los glóbulos blancos en la circulación sanguínea.

En las primeras cuatro a cinco horas después de la inyección estas partes se dispersan por todo el cuerpo, pero en las 48 horas siguientes ocurre algo importante: de la misma manera en que las virutas de hierro son atraídas por el imán un 90 por ciento de todas las diferentes partes de la célula se agrupan en el hígado. Ahí dan al órgano las materias primas y la fuerza para recuperarse. Esta fuerza curativa no sólo se ha comprobado en la práctica con más de 150 mil pacientes, sino también en incontables investigaciones de laboratorio. Estos investigadores han dañado intencionadamente los riñones y el hígado de animales de laboratorio para hacer pruebas correspondientes.

Luego que estos órganos se recuperen al inyectar células de riñón o de hígado respectivamente. En la terapia celular se utilizan células de animales muy jóvenes o animales no nacidos para permitir que nuestro cuerpo se cure a sí mismo. Los órganos o tejidos envejecidos o deteriorados se recuperan si se administran extractos de células de los mismos órganos y tejidos de animales.

Así frenan e invierten una serie de procesos de desgaste que resultan irreversibles en otros tratamientos. Por esto se puede utilizar la terapia celular en enfermedades degenerativas como artritis reumatoide crónica, osteoporosis, artrosis, perturbaciones en la circulación sanguínea y debilitación del sistema inmunológico. Trastornos en el sistema nervioso y en el cerebro que conducen a depresiones y decaimiento mental también se solucionan con la terapia celular. Con este método se puede combatir y reducir en gran medida por ejemplo la enfermedad de Parkinson. Se utiliza también la terapia celular en personas sanas para frenar el proceso de envejecimiento.

Los animales donantes son ovejas negras ya que las mismas son un adelanto genético de las ovejas blancas, por su gran compatibilidad con el sistema celular de los seres humanos y son cuidadosamente reseñados, se descubrió que los fetos de ovinos eran altamente compatibles pues su periodo fetal y número de cromosomas es similar al del ser humano, utiliza las células de feto en la parte final de su desarrollo intrauterino, contienen propiedades alergénicas muy bajas, pues aún el feto no desarrolla actividad inmunológica alguna.